FSC-CCOO Andalucía | 29 marzo 2024.

La distopía liberal en el transporte público de viajeros por carretera

  • La liberalización del transporte público por carretera supone una amenaza para su existencia tal como la conocemos y un elemento que incrementará la desigualdad entre personas.

28/07/2022.
Autocar

Autocar

Llueve sobre mojado en las cuestiones sobre la liberalización del transporte público de personas por carretera de España. Regresa la distopía liberal en estas cuestiones que son tan serias y preocupantes para nosotros y nosotras, como son las personas trabajadoras de este sector, y para toda la clase trabajadora y por ende para CCOO y su sector estatal de carretera y logística. La publicación en medios especializados sobre la necesidad de incidir en la liberalización de este mercado no hace otra cosa que volver a ponernos en alerta, recordando tanto a administraciones como a personas usuarias el peligro que ello supondría para estudiantes, personas mayores y ciudadanía general que habita las zonas más despobladas y aquellas zonas rurales donde los servicios públicos están mermados de por sí.

CCOO ha manifestado por activa y pasiva estar en contra de la liberalización del transporte de personas por carretera por los riesgos más que evidentes del abandono de concesiones poco atractivas por su escasa rentabilidad dejando sin servicio a aéreas poco pobladas o con menor demanda, haciendo más grande la brecha sobre la España vaciada. Tenemos claro que el modelo concesional español es mejorable, como es mejorable el sistema de revisión de los propios flujos de personas en todas y cada una de las casi 1.600 concesiones entre Ministerio de Transportes y CC. AA. Y tenemos claro que las obligaciones del servicio público se han de cumplir escrupulosamente, sin que aquellos que las rentabilizan se escuden en la baja demanda para abandonar las explotaciones: la compensación viene por la rentabilidad y explotación de las líneas principales. No podemos poner en peligro nuestra estabilidad en el modelo único concesional de este transporte y tan diferenciado del resto de países europeos. Estamos posicionados en el tercer nivel europeo en cuanto a movimiento de personas viajeras, generando empleos directos que ocupan a unas 81.000 personas.

El sistema de transporte público de autobús en España se utiliza para garantizar la vertebración territorial y asegurar que la población disponga de servicios entre ciudades con horarios, itinerarios y frecuencias establecidos y a precio asequible. Así, en España todos los servicios regulares de transporte interurbano en autobús son transporte público, siendo operados por empresas privadas en régimen de concesión bajo Obligaciones de Servicio Público, hechas con criterios que exige la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE. Cualquier empresa puede presentarse a estos procesos de adjudicación. De darse la liberalización, la medida no solo afectaría a aquellos servicios regulares de transporte en autocar de larga distancia —es decir, a aquellos cuyas paradas estén a distancias superiores a 100 km—, sino a todos los servicios regulares. El sistema concesional español para servicios regulares de transporte interurbano en autobús presenta una serie de ventajas frente a los modelos por los que han optado otros países de la UE. Tiene la red más extensa de transporte en autobús de Europa, con más de 1.400 servicios que sirven para conectar 8.000 municipios, resultando en la práctica que todo núcleo de población que tenga al menos 50 habitantes esté conectado con línea de autobús. También disfruta de tarifas menores (entre un 25 % y un 55 %) que las de países donde se desregularon estos servicios.

CCOO entiende que el transporte en autocar ofrece un buen servicio a las personas viajeras de este país y que no debe deteriorarse. El hecho de que una empresa no quiera operar en un determinado itinerario porque no sea práctico o beneficioso para sus intereses no puede dejar desprovistas de servicio a poblaciones menores, ni dejar desamparados a trabajadores y trabajadoras de los servicios actuales que dejarían de prestarse.