FSC-CCOO Andalucía | 29 marzo 2024.

El envío de paquetes bomba arriesga la seguridad de la plantilla de Correos

    CCOO y UGT denuncian la cadena de irresponsabilidades que han permitido que, durante casi una semana, se haya puesto en riesgo la seguridad y la vida de las y los miles de trabajadores que manipulan los paquetes hasta su entrega. Desde el 24 de noviembre, que se conocía la existencia del primer artefacto explosivo, no se adaptó ninguna medida de seguridad adicional ni se informó a la plantilla o a sus representantes.

    05/12/2022.
    Manipulación de un paquetes

    Manipulación de un paquetes

    CCOO y UGT, con más del 70% de la representación de la plantilla en Correos, denuncian la irresponsabilidad de los gestores de la empresa postal pública incluyendo a SEPI como responsable del control de la SAE, el Ministerio del Interior y Presidencia del Gobierno, que han permitido que se ponga en riesgo la seguridad de miles de trabajadores y trabajadoras como consecuencia de los hechos que se han producido en los últimos días en relación con envíos postales conteniendo material explosivo dirigidos a embajadas, personalidades políticas y empresas en varias capitales españolas.

    Estas organizaciones sindicales, que a pesar de haberlo requerido expresamente el jueves día 1, no han sido informadas por la empresa sobre las medidas de seguridad adoptadas, consideran inaceptable enterarse por la prensa que el día 24 de noviembre ya se tuvo conocimiento de la existencia de un artefacto explosivo que había circulado por la red postal pública hasta ser entregado en su destino, el Palacio de la Moncloa, sin haber sido detectado, y que a pesar de ello nadie decidiese informar y adoptar ninguna medida de seguridad adicional en Correos. Esta indignación es más que comprensible, ateniéndonos a las declaraciones efectuadas por el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, afirmando que “ese mismo día se dieron instrucciones a la Guardia Civil y la Policía Nacional para que se extremasen las medidas de protección de las administraciones y edificios públicos”.

    Si es cierto que se dieron estas instrucciones, CCOO y UGT entienden que es imposible que no se advirtiese a Correos del riesgo, como parece insinuar -sin aportar prueba alguna- la versión de la empresa dirigida por Juan Manuel Serrano, su presidente. Es poco creíble que no se advirtiese a Correos sobre la existencia de este primer artefacto explosivo, y que el Gobierno en la Moncloa y el Ministerio de Interior “se olvidaran” de que en Correos, existía un riesgo para más de 50.000 personas que podían estar manipulando a lo largo de toda la cadena de admisión, clasificación, transporte y entrega, envíos potencialmente peligrosos para su seguridad, como de hecho se ha confirmado, y que ha estado ocurriendo durante casi una semana.

    Si se confirman las versiones que los medios están difundiendo, estos hechos vuelven a evidenciar la existencia de una brecha de seguridad en Correos, como ya ocurrió en la primavera de 2021, cuando circularon por la red postal envíos amenazantes dirigidos a personalidades políticas conteniendo munición o navajas. En aquella ocasión CCOO y UGT denunciaron que de los millones de envíos que se admiten diariamente tan sólo se pasan por los sistemas de detección de escáneres apenas un 4% de envíos, y aunque la empresa se justificó afirmando que todos los envíos potencialmente sospechosos por peso o dimensiones se escaneaban, el nuevo incidente demuestra que no es cierto. Además, si en aquella ocasión se denunció la necesidad de revisar el obsoleto protocolo de seguridad, que databa de 2009, dicha revisión ya se ha efectuado y no contempla medida adicional alguna para intentar evitar estos sucesos. 

    A la espera de que desde la dirección de la empresa se informe con la seriedad que requiere el asunto de lo verdaderamente ocurrido, y exigiendo que se adopten cuantas medidas de seguridad sean necesarias para no poner en riesgo la seguridad y la vida de la plantilla de Correos, CCOO y UGT piden que se depuren responsabilidades al máximo nivel por esta gravísima irresponsabilidad que se desprende de los hechos expuestos. Los trabajadores que representamos y el riesgo potencial que planea sobre ellos no pueden ser olvidados en esta historia.