FSC-CCOO Andalucía | 19 abril 2024.

El laberinto de la Justicia

  • Artículo de opinión de José María Vico, secretario comunicación de CCOO Málaga y miembro de este sindicato en la Comisión Coordinadora Sector de la Administración de Justicia Andalucía

No solo pedimos más salario, sino que se negocien nuestras condiciones laborales, ante la próxima reorganización anunciada de tribunales y juzgados para mejorar el servicio público.

20/05/2023.
Personal de justicia en Málaga durante la concentración el 18 de mayo

Personal de justicia en Málaga durante la concentración el 18 de mayo

El sustantivo no es gratuito. Se trata de una administración participada por dos gobiernos (el central y, en muchos territorios, el autonómico), el Consejo General del Poder Judicial y la Fiscalía General del Estado. En ella actúan muchos operadores: abogados, procuradores, peritos judiciales, policía judicial y equipos técnicos, entre otros. Si de una cadena de producción se tratase, los ejecutivos serían los letrados (LAJ, antiguos secretarios judiciales), jueces y magistrados. La producción correspondería a los llamados cuerpos auxiliares: funcionarias y funcionarios de gestión, tramitación, auxilio y médicos forenses.

Y siguiendo con la metáfora, está cadena se 'organiza' con métodos del siglo XIX, sus 'directivos' son elegidos mediante pruebas memorísticas, sin instrucción alguna en técnicas modernas de organización del trabajo, gestión de personal o similares.

La 'maquinaría' para trabajar consiste en equipos y programas informáticos envejecidos y obsoletos, con escasa interrelación con otras administraciones con las que debe comunicarse, y ni siquiera existe buena coordinación entre todas las de Justicia. El número de trabajadoras y trabajadores, incluyendo a los 'directivos', es totalmente insuficiente para la gran carga de trabajo que aumenta exponencialmente cada año. Es de las más bajas de Europa, en relación al número de habitantes.

Las instalaciones, salvo mínimas excepciones, no son dignas de impartir justicia. Edificios totalmente inadecuados, donde conviven hacinados personal y expedientes que inundan pasillos, habitaciones e incluso en no pocos lugares hasta en los baños, pues a pesar de grandilocuentes campañas publicitarias, la última titulada irónicamente 'papel cero', en la Administración de Justicia se sigue tramitando todo en papel. Ingentes montañas de papel, un escenario tipo viñeta de Forges, cuando con humor, pero certeza, ilustraba sus famosos chistes de funcionarios.

Y este 'laberinto', nuestros políticos y altos cargos del poder judicial, no hacen más que girarlo como si de un carrusel se tratase. Lo utilizan, o más bien lo manosean, para sus intereses, no vaya a ser que el 'minotauro' consiga salir del laberinto y devore la injusticia y la corrupción, no vaya a ser que se consiga una Justicia ágil, moderna y que sirva a los intereses reales de los ciudadanos. No vaya a ser que se cumpla lo que dice su 'sacrosanta' Constitución y todos seamos iguales ante la ley.

Como la actualidad manda, los últimos episodios sobre este 'laberinto' nos cuentan que los 'ejecutivos', primero los LAJ, realizan una huelga, y siguiendo su estela, jueces y fiscales amenazan con otra de dudosa legalidad, pues se declaran a sí mismos poder del Estado. ¿Imaginan a ministros, diputados o al propio rey haciendo huelga? Yo solo visualizo al rey, visto lo visto...y juegan con ventaja. No existe fórmula legal para imponerles servicios mínimos, ni descontarles salario.

¿Y qué piden estos 'directivos'? ¿Más personal, más medios materiales, como hacen los sanitarios en sus huelgas, mejor organización de la justicia, defienden el servicio público? Pues va a ser que no. Únicamente aumentos de sus sueldos, y ya son de los mejor pagados entre sus categorías, y solo para su colectivo. Tras conseguir un aumento de sueldo de 450 euros al mes, en una infame carta recientemente remitida al Ministerio de Justicia, las asociaciones de LAJ afirman que no tolerarán subidas a los 'cuerpos inferiores', y exigen que, si se produce, se deben aumentar aún más sus salarios para mantener las diferencias retributivas. Clasismo puro y duro. Por otra parte, sus señorías, recibidos con pleitesía por la ministra de Justicia, ya tienen en la primera reunión sobre la mesa un aumento de 500 euros al mes, pero quieren más y siguen amagando con huelgas ilegales.

Mientras, los 45.000 trabajadores y trabajadoras, de ellos 9.000 en Andalucía, somos menospreciados e ignorados en nuestras justas reivindicaciones. Una sola reunión, sin oferta alguna, después de meses de movilizaciones que empezamos los delegados y delegadas de CCOO en noviembre de 2022, y los paros, huelga, manifestación masiva en Madrid, desde el pasado 17 de abril. No solo pedimos más salario, sino que se negocien nuestras condiciones laborales, ante la próxima reorganización anunciada de tribunales y juzgados, para poder mejorar el servicio que prestamos y garantizar nuestros derechos.

En CCOO, desde hace años, hacemos propuestas rigurosas, basadas en estudios para modernizar la Administración de Justicia y sacarla de este 'laberinto'. Destaco un Pacto de Estado (que se cumpla, no como el del 2003 de PP y PSOE) que contemple inversiones adecuadas en un plan temporal, para incrementar plantillas, valoración e implantación de relaciones de puestos de trabajo, mejorar y aumentar infraestructuras y medios materiales. Un cambio en muchas leyes sustantivas para agilizar los procedimientos. También es imprescindible un mejor sistema de acceso a la judicatura y formación permanente de todos los operadores.

Es posible modernizar nuestra Justicia, pero falta voluntad política y también presión de la ciudadanía que debe entender que éste también es un servicio público esencial. Un viejo lema de CCOO, ¡Sin Justicia no hay derechos!